21 octubre, 2011

¿Cómo mataron a Gadafi?

Esta entrada está extraída de la web http://www.obamaworld.es
El enlace al articulo original: http://www.obamaworld.es/2011/10/21/como-mataron-a-gadafi-y-que-importancia-tiene/



Cómo mataron a Gadafi y qué importancia tiene


Sirte era el último foco de resistencia en Libia. Hacía semanas que los rebeldes trataban de conquistarlo. Pero no podían, un área se resistía: el Distrito 2, de un kilómetro de lado por quinientos metros. Ayer preparaban un nuevo ataque. Pero a las 8.30h un convoy de 15 a 20 coches salió de un recinto fortificado en dirección oeste. Hubo tiros pero lograron cruzar.

No fueron muy lejos. A unos tres kilómetros de Sirte los vehículos se detienen junto a una pequeña central eléctrica. Según funcionarios de la OTAN, un avión sin piloto americano y un caza francés atacan y alcanzan solo a dos coches, pero el resto se dispersan y paran.

Este relato no coincide con lo que vio el enviado del Daily Telegraph en Sirte: habla de “14 coches humeantes y 25 cuerpos muertos”. El recuento de coches coincide con Al Jazeera, que dice que son 15. Pero tanto Al Jazeera como Reuters dan 50 hombres de Gadafi muertos.

Sea como sea, el convoy se detuvo y los supervivientes empezaron a huir a pie. Gadafi y algunos de sus hombres corrieron unos doscientos metros a través de unos árboles y se escondieron en un desagüe (en la foto, de AFP). Los rebeldes les localizan y empieza un tiroteo.


Algunos relatos dicen que no se resistió y que solo llevaba una pistola en su funda; podría ser la famosa pistola dorada.


Al Jazeera dice que también llevaba un kalashnikov. Gadafi se rinde y parece que está ya herido en una pierna y en el pecho. Casi todas las fuentes coinciden en lo primero que dijo Gadafi: “¿Qué pasa?” También pudo añadir alguna variante de “tened piedad”. En este nuevo vídeo del momento de su captura se ve que no le hacen caso: le dan varios culatazos y le escupen (hacia minuto 2:30). Pero puede ser: su cara en el vídeo más célebre que circuló tras su captura parece pedir clemencia.


Aquí hay otra toma del mismo momento donde se ve cómo trata de hablar con sus captores y se limpia la sangre de la cara (los golpes de su captura le causaron la sangre en la cabeza). Tiene cara de hombre perdido y asustado. En estos vídeos alguien grita en árabe: “¡Que siga vivo! ¡Que siga vivo!”

La versión del nuevo gobierno libio dice que le metieron en un coche o ambulancia para llevarlo a Misurata y que empezó un nuevo tiroteo. Ahí fue cuando una bala en la cabeza le mató (el New York Times enseñó las fotos a un forense americano y dijo que veía entre dos y cuatro disparos en la cabeza). Un alto cargo del gobierno dijo a Al Jazeera: “Podría haberse estado resistiendo”. Ahora es imposible de comprobar y es lógico que defiendan estos hechos: si lo hubieran ejecutado sin estar en combate, es una violación de las convenciones de Ginebra y un crimen de guerra.

Los rebeldes que le capturaron eran de una brigada de Misurata. Allí le llevaron. Pasó por un forense en una casa privada y en una mezquita lo debieron preparar para el funeral. Según el islam, debe ser enterrado antes del alba. Será también difícil de comprobar. Según Al Arabiya, el gobierno lo llevará a un lugar secreto.

Esto es lo que se sabía esta madrugada sobre la muerte de Gadafi. A lo largo del viernes, si puedo, procuraré actualizar este post con nuevos hechos. [Un detalle interesante para periodistas. El New York Times no tenía a nadie en Sirte. Casi toda su noticia original se basaba en otros medios y twitter. Es algo que todos los medios hacen, pero pocos reconocen con tanta seriedad.]

*

Hay otras cuestiones importantes acerca de la muerte de Gadafi.

Lo peor es que hubiera escapado. El presidente libio, Mustafa Abdul-Jalil, declarará Libia liberada el sábado. Un nuevo gobierno debería empezar a trabajar la semana que viene. Con Gadafi suelto por el desierto del sur de Libia hubiera sido imposible. En el exilio podía haber seguido poniendo trabas mediante sus partidarios.

Hay quien dice que Libia ya hacía su camino. Daba igual lo que ocurriera con Gadafi. No es cierto. Su captura o muerte era un símbolo crucial. La presencia del dictador de un país durante 42 años no se esfuma tan fácil. La pregunta es por qué Gadafi y algunos de sus hijos no huyeron mientras pudieron. Habrá mucha especulación. Argelia, por ejemplo, acogió a varios miembros de la familia, aunque hoy el primer ministro, Jibril, ha exigido de nuevo su entrega.

¿Mejor un juicio? Siempre es mejor que un criminal afronte en vida sus delitos. Pero el juicio a Gadafi habría tenido dos grandes obstáculos.Primero, ¿se hubiera hecho en Libia o en La Haya? En Libia hubiera sido más lógico, pero la tensión se habria disparado. En Trípoli, un libio dijo a Al Jazeera inglés: “No necesitamos un juicio. Hace 42 años que le conocemos. Sabemos qué hizo”.

El segundo lío hubieran sido los secretos que Gadafi podría haber revelado: sobre miembros del nuevo gobierno, sobre compañías petroleras, sobre líderes extranjeros. Gadafi podría haber usado ese púlpito para arengas y vengarse con palabras. El enviado de Al Jazeera a Trípoli preguntó a una mujer si no le preocupaba que Gadafi se llevara los secretos: “Que se los lleve”, dijo.

Libia acaba de empezar. Hace unas semanas ya conté aquí los problemas para el futuro de Libia. Estos días escucharemos todo tipo de teorías y profecías. Nadie sabe nada convincente aún. Lo mejor es esperar. Ahora será más fácil, pero aún no han cambiado las dificultades básicas: la unión del país, el pasado de los nuevos cargos y el papel del islam son aún los misterios del futuro.

¿Será Libia una democracia? Quién sabe. Pero es el país que lo tiene más fácil. En Túnez y Egipto aún está el antiguo régimen en el poder. Los viejos dirigentes libios han huido, están muertos o desertaron al principio de la revuelta. La persecución a Gadafi ya no ocultará las divisiones, pero también el resto del mundo estará menos pendiente de Libia, salvo si hay violencia.

Los otros dictadores aprenden. Quedan dos revueltas en marcha de la primavera árabe -Siria y Yemen- y otra que avanza a medio gas -Bahráin. Seguro que el sirio Asad y el yemení Saleh veían preocupados los vídeos de Gadafi. Huir y vivir en el exilio -como el tunecino Ben Ali- podría ser hoy la mejor opción. Pero a estas alturas es difícil que cambien de repente. Lo más probable es que se enquisten aún más.
Aunque a la OTAN le haya ido bien en Libia, no hay ninguna opción de que intervenga en estos otros países. El caso libio es muy particular. Por muchos elogios que reciba la intervención extranjera, nada hace pensar que funciones bien en otro país. Siempre habrá países que teman intervenir para que no mueran sus soldados o les cueste demasiado dinero y siempre habrá países que luchen por defender sus intereses. En Siria, Yemen y Bahráin pasan las dos cosas.

Obama tiene otro argumento. Un cargo de la Casa Blanca dijo ayer: “Reagan fue a por Gadafi, George W. Bush fue a por Bin Laden; Obama ha conseguido a los dos”. Obama ganó el Nobel de la paz, pero como dijo también ayer su portavoz, Jay Carney, el presidente “desea la paz”, pero su prioridad es defender al pueblo americano.

La muerte de Gadafi es otra victoria para una decisión de Obama. Osama bin Laden y el miembro de Al Qaeda en Yemen Anwar al Awlaki también murieron por decisiones que en algún momento tomó Obama. Esto puede parecer terrible, pero en Estados Unidos garantiza la reelección. La economía puede darle problemas -y en el año que queda pueden ocurrir mil tropiezos-, pero Obama tiene el segundo mandato en la mano (hablaré pronto de su reelección). Mientras, en twitter ya le han preparado su cartel para 2012:

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